sABIDURIA 4 2 A una vida tan recta, se la imita cuando se le ve y se la echa de menos cuado desaparece: en la eternidad recibe la corona de gloria porque triunfo en comates perfectos
30.10.06
Que no se pudo aprender de ti??? Imposible no querer después de conocerte.
Aprendí de ti la autenticidad de un Hijo de Dios, lo lindo que es Dios en crear personas diferentes, usarlas de manera diferente y como EL a cada uno rea una relación individual sin patrones ni nada repetido.
Simplemente por ser quien eres, me atreví a amar a Dios como soy, sin disfraces ni caretas, a darle espacio a la conversión, no una conversión autoritaria sino pensada, a conocerme y a amarme como soy y descubrirme en El.... a simplemente buscar quien soy y estar dispuesta para ser lo que El quiere que sea....
Simplemente pusiste en mi corazón la semilla de querer conocerle y amarle, de servirle y de ser.....
Hoy, mas que una despedida es un hasta luego, espero que nos veamos en la eternidad...
Te quiero, te extrañare pero siempre tendré la esperanza que nunca murió en ti, aun en el sufrir de tu enfermedad, aun en la cama, la esperanza que te llevo a desprenderte de tu esposa y de tus dos hijas, la esperanza por la que hoy gozas de lo que tanto predicaste La Verdadera Presencia del Padre
Todavía hoy sigues llevando corazones a Cristo.... aun en cama Seguias Evangelizando..
10 de octubre de 2006 De: Elvin Sánchez
Para mis amigos, hermanos y conocidos:
Si estás leyendo esta carta es porque hacia la casa del Padre me he marchado. Sólo quiero decirles estas últimas palabras, sobre todo de aliento y de fortaleza. Yo sé que el Señor los fortalecerá a todos para que, con firmeza, puedan sobrepasar este rato de dolor, y pensar en todos los momentos agradables y felices que compartimos. Ustedes ahora “cogiendo lucha”… y yo, como un príncipe, al lado del Señor de Señores y Rey de Reyes.
Estos últimos meses que tuve que vivir han sido meses de grandes sufrimientos, sobre todo de sufrimiento físico. Lo que sí me llevo es la fortaleza que Dios me ha dado para vivir estos días con la cabeza en alto y peleando con firmeza. Si algunos de ustedes, hermanos, sienten que no pueden más o que en su vida no hay la fuerza suficiente para continuar con la lucha que vivimos día tras día, piensen en estos momentos de padecimiento que he tenido que pasar, y que no me arrepiento ni me avergüenzo de sufrirlos. Aquí me ha purificado Dios, como el oro.
Gracias quiero darles a todos, pero “lamentablemente” ustedes han sido muchos y no los puedo mencionar uno por uno; pero les agradezco de todo corazón e individualmente (cada quien sabe lo que le toca) por todo el amor, atención, amistad, palabras, dinero y oraciones que me han dado.
El “viejo calvo” (Ramón) (sólo porque sé que estás llorando), mi hermano, la verdad es que no tengo palabras para agradecerte por todo. Ahora bien, levanta la cabeza (aunque sea un peligro para los satélites) y ¡ánimo!, que esta batalla que he ganado ha sido también tu victoria.
Elvin Sánchez
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